LA FALSA EQUIVALENCIA***
La equivalencia falsa es una falacia que describe una situación donde hay una equivalencia aparentemente lógica, esto es, una igualdad semántica, pero en realidad no hay ninguna. Esta falacia es catalogable como una falacia de inconsistencia. Sería el antónimo del concepto matemático de identidad o igualdad.
La forma común de llevar a cabo esta falacia es aferrándose a un rasgo común entre dos temas y asumir que existe una equivalencia entre ambos. Es el resultado de tomar un rasgo común (que puede ser fortuito o anecdótico) entre dos hechos y asumir que por ello ambos son necesariamente equivalentes, lo que implica ignorar selectivamente otros rasgos que no son comunes.
El patrón de esta falacia es así:
"Si A tiene la propiedad C y D,
y B tiene la propiedad D y E,
entonces A y B son equivalentes ya que ambas contienen la propiedad D."
En este caso es cierto que A y B contienen la propiedad D, pero ello no hace que A y B sean equivalentes, ya que ambas poseen propiedades únicas que no son compartidas.
Las siguientes frases son ejemplos de falacias de falsa equivalencia:
"Todos nacimos desnudos, por tanto no existen diferencias entre las personas."
La falsa equivalencia se usa comúnmente en la política, donde frecuentemente se acusa al opositor de poseer cierta propiedad indeseable porque comparte algún rasgo de dicha propiedad.
ACTIVIDAD
1. Identifique este tipo de falacia en algún caso concreto de la política española
2. ¿Qué peligro puede generar el uso de esta forma de argumentar en la convivencia social?
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